El mercado

¡Vaya! ¡Qué de puestos! Ah sí, se me ha olvidado presentarme, soy Ana y, como habéis podido leer me encuentro en un mercado, pero no es un mercado cualquiera, es de manzanas. Siempre había venido con mi abuelito, y ahora que él no está yo no iba a dejar esa tradición.

Allí estaba, en el mejor mercado de París, observando manzanas, hasta que llegué a un puesto pequeñito, pero a su vez único, me llamó la atención y decidí echarle un vistazo, las manzanas que encontré allí no eran unas manzanas normales. Había visto muchas manzanas, verdes, amarillas y rojas, por supuesto, incluso marrones. Pero, ¿azules? Era la primera vez que veía manzanas azules. Por extraño que pareciera allí estaba, delante de unas manzanas azules, que descansaban sobre la mesa. Pero eso no era lo más extraño, al otro lado estaba… ¡MI ABUELO! pero, ¿qué hacía allí? Cierto es que el cuerpo no había aparecido, pero mi madre me convenció de que se había ido.

Tras varios minutos pensando, decidí girarme, y así conseguiría salir de dudas, pero al hacerlo, el pequeño puesto había desaparecido, ¡y mi abuelo también!

No podía ser, estaba segura de que no había sido una imaginación, era real. Pero, ¿qué había podido pasar?…

 CRISTINA MARTIN MARTIN 1º ESO A

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.