El “sobrao”

El “sobrao” de mi abuela es el típico desván de una casa de pueblo. En él, mi tío guarda algunos frutos de su cosecha como las patatas y las cebollas.

Sus escaleras de subida, un poco carcomidas por la edad, son un poco complicadas de subir debido a que están bastante separadas entre sí y tienen mucha pendiente.

Es un lugar oscuro, ya que sólo tiene un par de pequeñas ventanas por las que entra poca luz.

El tejado, desde dentro, al estar hecho de troncos y tejas viejas no es bonito, excepto porque lo hizo mi abuelo, y por eso lo encuentro una belleza especial.

Las viejas tablas del suelo se dejan caer el polvo entre ellas. Además son un poco incómodas, porque cuando caminas sobre ellas crujen y chirrían como si se fueran a romper.

En este lugar he pasado grandes ratos con mi abuelo mientras colocábamos patatas, arreglábamos alguna cosilla,… Por esta razón, cuando subo allí me da nostalgia acordándome de él.

FERNANDO JIMÉNEZ DE JESÚS 1º ESO A

Charla – debate

El gramófono de mi padre

El gramófono de mi padre es un mueble de madera oscura con plataforma de terciopelo granate para poner discos con extrañas melodías. Su corneta es de metal dorado y recuerda a una flor abriéndose en primavera, por ella salen los sonidos formando agradables melodías.

Torciendo su brazo pincha la aguja en el vinilo antiguo y empieza a girar lentamente, buscando una canción con ritmo para escuchar, mientras descansas en el sillón junto a la ventana.

NICOLÁS GONZÁLEZ PASCUAL 1º ESO B

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INÉS GARCÍA GARCÍA 2º ESO A

Diario de un camino 5

Día 5. Llegada a la meta

Día grande. Tocaba levantarse antes, recoger y hacer mochila (en la que no entra lo que trajimos). Pero valió la pena. Monte do gozo, ya cerca de nuestra meta. Niebla, pero no nos importa. Los últimos kilómetros. Nervios y emoción, parece imposible que lo hayamos conseguido, pero sí. Entramos en la plaza, en la catedral y en la tumba del Apóstol. Incluso alguien soltó una lágrima.

Hoy no hay hasta mañana, sino hasta el año próximo. Gracias a todos.

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