NOCHE DE VERANO
Una calurosa noche de verano, montones de brillantes estrellas que desaparecían en segundos se podían observar. Lucas, un adorable niño pequeño, corriendo con su pelota de las manos, observaba ese gran espectáculo en la playa, llenando su corazón de intriga e ilusión.
Lucas, intentaba dar con la pelota a una de esas estrellas tan brillantes, pero la pelota no las alcanzaba. Entonces, una fuerte ola de viento se la llevó. Triste por perder lo que tanto disfrutaba, volvió con sus padres.
Lucas, observaba cómo se reflejaban las estrellas en las olas que rompían en la orilla. Una sensación de bienestar le envolvía en esa noche mágica. Lo que Lucas no sabía era que la pelota estaba a su costado en la arena, sin darse cuenta todavía de que todo lo que pierdes y tanto quieres, algún día vuelve a ti de nuevo casi sin darte cuenta.
MIKAEL LÓPEZ NIETO, 1º ESO A
PLACER ROJIZO
Siempre he sentido cierta devoción por la sangre, no como espectador, sino como un artista que encuentra su inspiración en el dulce néctar carmesí. La gente me teme, murmuran sobre mí, desconociendo el propósito de mi obra. Esta noche salgo en busca de otro lienzo, su sangre es especial, lo sé.
No hay miedo en sus ojos, sino una sonrisa que me desarma, mi musa no es una víctima sino un espejo de mi propia locura. Lentamente siento el frío acero deslizarse bajo mi piel. Esta vez la pintura de mi creación la aporta mi agonía, algo que me reconforta a medida que me voy desvaneciendo, sumiéndome en una espiral de placer fruto de mi obsesión.
JUAN BARROSO MARTÍN, 4º ESO A
Anímate a comentar. Ya lo hicieron…