El campanario

Cuando mi hermana terminó de describirme al fantasma, nos asustamos y salimos corriendo de nuestra casa hasta llegar a un campanario viejo y oscuro.

Nada más entrar vimos que estaba totalmente deshabitado.

A la derecha había una escalera rota y polvorienta, como si nadie hubiese estado allí desde hacía mucho tiempo.

A la izquierda había una puerta de madera blanca con manchas rojas, que bailaba gracias al susurro del viento. Nos paramos a pensar lo que podría haber detrás y nos entraron escalofríos. Decidimos no mirar.

En el centro había un armario gigante en muy mal estado. Lo abrimos y encontramos un montón de telarañas y una foto, en ella había un señor tan blanco y pálido que parecía un fantasma.

En el techo colgaba un candelabro que dependía de un solo hilo, en él tenía grabadas las siguientes palabras: “Bienvenidos a mi hogar”.

DANIEL IONUT COZBARU 1º ESO B

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