También podemos estudiar algún Grado de Letras

Hoy en día es bastante desalentador ver cómo la tecnología y la ciencia, en general, se encuentran en auge, y estudiarlas parece la “única” manera de conseguir un buen empleo, pero, ¿qué hay de las carreras lingüísticas, humanísticas? ¿Acaso no es importante saber comprender un texto o ver más allá de las palabras? Estas y otras preguntas similares fueron las que nos planteó Manuel, estudiante de primero de carrera de Filología Clásica, el cual, gracias a su esfuerzo,  consiguió una beca para estudiar un año en la Accademia Vivarium Novum en Roma. Allí tuvo la oportunidad de recibir clases de inmersión en Latín y en Griego que le han proporcionado un gran nivel en estas lenguas, hasta tal punto que aconseja a profesores licenciados en Humanidades. Lo impresionante de su historia fue el cambio de un 1° de Bachillerato de Ciencias (con mayores expectativas laborales) a un 2° de Letras (quizá con menos, pero que le apasionaba), siendo lo más sorprendente el estudio que dedicó durante todo el verano al Latín (para poder pasar de rama).

La conclusión que saco de la charla de Manuel, es que si te gustan las letras, aunque en la actualidad parezca que vas contracorriente o aunque te tachen de anticuado, tienes que seguir tu  vocación. Y si te dicen que el día de mañana vas a ser el último en conseguir un trabajo, ríete de ellos y diles que, por lo menos, estás haciendo lo que te gusta, que tú, aunque no sepas de fórmulas o matrices o de programación, sabes comprender un texto y evitar, así, ser engañado, pongamos por caso, en cualquier contrato.

Comparto muy estrechamente la opinión de este chico y, de verdad, esto no es una crítica al Bachillerato de Ciencias, es necesario que haya médicos, programadores, físicos…pero en una sociedad que se precie es necesario que los ciudadanos piensen (algo que se consigue aprendiendo filosofía) que comprendan las palabras (el significado etimológico, estudiando griego y latín), que no se dejen engañar por políticos que tergiversan la realidad porque saben de historia… Al fin y al cabo, lo que verdaderamente buscan las empresas son empleados resolutivos y creativos, que sean capaces de pensar y aportar soluciones innovadoras, por lo que nuestro trabajo no dependerá de la rama que elijamos, sino de nosotros mismos y de nuestro esfuerzo.

Gracias, Manuel Sierra Fernández, por tan amena y provechosa charla.

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JESÚS VÁZQUEZ CAPEL

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