Funcionarios, los dioses del Olimpo.

En la actualidad hay dos formas de conseguir la felicidad plena: en el cielo o siendo funcionario, aquí en la tierra. Dada la alarmante tasa de paro, el hecho de lograr ser funcionario y tener un empleo estable, produce una sensación de felicidad, que tiene que ser parecida a recibir el premio gordo de la lotería.

Vivimos tiempos muy cambiantes políticamente, eso produce inestabilidad laboral. La crisis provoca despidos, por todo ello pertenece al sector privado es un riesgo. En cambio ser funcionario te da la seguridad de tener un trabajo y un sueldo de por vida.

Además tiene otras ventajas ya que no solo tienen un mes de vacaciones, sino también los llamados días “moscosos”, que son una serie de días libres así nombrados en honor al ministro socialista en 1983, Javier Moscoso.

Por si fuera poco dentro de los trabajadores del estado, hay un montón de ámbitos y escalas. De manera que siempre vas a encontrar una actividad que pueda gustarte o atraerte. Si eres un apasionado de la acción podrías ser policía, bombero, etc. En cambio si eres más de letras o ciencias puedes dedicarte a la enseñanza, o incluso si lo que te gusta es cuidar a los demás, también podrías trabajar en un hospital o una residencia.

En conclusión no lo dudes, lo mejor que puedes hacer  es tener claras tus metas y pensar que para ser funcionario lo único que necesitas es prepararte los exámenes de la posición que elijas, como si fuera tu único objetivo en la vida. Habrá muchos otros que quieran lo mismo que tú y que irán al examen igual o mejor preparados. Nadie dijo que fuera fácil, pero el esfuerzo merece la pena.

ISABEL GARCÍA GUTIÉRREZ 2º ESO C

 

 

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