Miguelito es un niño bastante normal. Sus padres le han dado una buena educación al igual que a su hermana. No obstante tiene una peculiaridad: ¡le pierde la comida! No es que coma demasiado, es que no soporta la vista de la comida. Si no quitan los filetes de la mesa, no para hasta terminárselos.
Sus padres, conocedores del problema, le tienen prohibida la entrada a la cocina, ya que hace un tiempo, la comida desaparecía de la nevera como por arte de magia.
Su hermanadice que hay un fantasma come-pan en casa, porque cuando están comiendo, al mínimo descuido, se te quedan sin pan.
Su amigo Paquirrín no disfruta de los recreos del cole, ya que tiene que estar pendiente todo el rato de él. En cuanto Miguelín ve un bocata, empieza a salivar como un perro y Paquirrín tiene que taparle los ojos, porque si no … ¡pobre del niño del bocata!.
Desde hace ya un año sus padres le tienen prohibida la entrada a cualquier tienda de comida “gracias” a su ansia. Le pillaron en una esquina del supermercado comiendo pan como si se le fuera la vida en ello, y encima no lo había pagado.
Sus amigos han decidido que van a llevarle a un concurso de comida, porque piensan que puede ser campeón del mundo y sin rival alguno.
FERNANDO JIMÉNEZ DE JESÚS 1º ESO A
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