ALEJANDRO ZAZO RODRÍQUEZ 1º ESO A
SMAILO SALCEDO RODRÍGUEZ 1º ESO B
CARLOS GARCINUÑO GARROSA 1º ESO B
ALBERTO MANSO DOMÍNGUEZ 1º ESO A
Mar 05 2016
ALEJANDRO ZAZO RODRÍQUEZ 1º ESO A
SMAILO SALCEDO RODRÍGUEZ 1º ESO B
CARLOS GARCINUÑO GARROSA 1º ESO B
ALBERTO MANSO DOMÍNGUEZ 1º ESO A
Mar 05 2016
El pasado miércoles, 24 de febrero, los alumnos de 2º, 3º y 4º de nuestro centro tuvieron la oportunidad de asistir a una representación teatral en inglés en el auditorio de San Francisco. Mary Frankenstein fue la obra seleccionada para 2º y The Final Answer para 3º y 4º. Se trata de una actividad extraescolar que el Departamento de Inglés organiza cada año y que tiene bastante aceptación entre los alumnos.
En esta ocasión la actuación dejó un poco que desear, a lo que se une una acústica deficiente del escenario. Nuestra sugerencia es que se cambie el enclave de próximas representaciones para un mejor aprovechamiento y disfrute de las mismas.
Mar 02 2016
Mar 01 2016
He cabalgado muchas veces con él, desde la habitación prohibida de mis padres hasta la cocina. Mancha no solo era un caballo, si no también mi mejor amigo. Su cabeza tenía un pelaje marrón y una mancha blanca debajo de sus ojos. Al menos así lo recuerdo, porque con los años ha ido cambiando de color. Ahora su pelaje marrón está apagado y la pequeña mancha ha ido cogiendo un color amarillento.
Mancha fue un regalo de una vecina ciega. Yo la visitaba todos los días después de comer. En su casa, la encendía la televisión y hablaba con ella, ya que vivía sola. Muchas veces me daba algún dulce que siempre tenía guardado en una caja. Aún recuerdo el olor de su casa, limpia y silenciosa.
Aquel día no me ofreció ningún dulce, si no que me dio un paquete. Lo abrí y al ver a Mancha me alegré. Supe que cómo Mancha no había otro caballo y seriamos amigos.
Pasaron días, meses y años y yo seguía galopando con Mancha. Ahora mi vecina no está, se ha ido a una residencia lejos de aquí, pero cuando veo a Mancha, siento que sigue ahí.
SILVIA RESINA PINDADO 1º ESO D
Feb 29 2016
Es algo maravilloso lo que se puede llegar a sentir hacia un objeto. Ya que cada uno tiene su historia, y transmitir lo que sientes hacia este no siempre es fácil, debido a que en ocasiones no encuentras las palabras. Cuando yo tenía diez años, mi abuela me llevó a comprarme un sobre de pokemon el cual contenía una carta mu
y bonita y bastante difícil. Mi cara era un espejo de alegría. Enseguida abracé a mi abuela y de inmediato la empecé a contar infinidad de cosas sobre aquella carta de dos caras: una azul oscuro con el símbolo de la compañía y otra con la ansiada criatura. Yo sabía que a ella no le interesaba mucho. Pero el hecho de que me estuviera escuchando, que simulara que me entendía, que me comprendía o simplemente me escuchaba por el supuesto orgullo de que esa carta me había tocado con ella, aunque esto último suene un poco ridículo ya que todos sabemos que las abuelas nos tienen un cariño especial.
Cuando llegué a casa, la coloqué en un álbum de fundas. No fue muy difícil entrar el hueco ya que era la última pieza de un gran puzzle. Me quedé un buen rato mirando la carta, orgulloso de haber completado un sueño de la infancia. Al mismo tiempo me alegré de saber que detrás de una dura coraza de realidad todos tenemos a un niño alegre risueño que nunca pierde la esperanza y que siempre estará con nosotros.
Esto es lo que significa esta carta para mí y estoy orgulloso de conservarla. Sé que tiene un gran valor metálico aunque para mí el más importante sea el sentimental.
GUILLERMO HERRÁEZ LORENZO 1º ESO D
Feb 29 2016

Ratón de limón
Cogemos un limón y, con una puntilla, realizamos los cortes de los ojos y la base. Los trozos recortados sirven de orejas y, para los ojos, empleamos clavos. Usando palillos se colocan los bigotes y la cola de perejil.
Pingüino de berenjena
Como bien dice el nombre, está hecho con berenjena, y también principalmente con zanahoria. Solo es necesario, al igual que en el anterior, una puntilla para cortar y dar forma al cuerpo. Resulta uno de los trabajos más simpáticos y graciosos.
Flor de calabacín
Este trabajo puede ser muy variado ya que se puede hacer de muchas maneras, según la forma que tengan las gubias utilizadas. Las gubias son herramientas de corte para tallar superficies creando formas curvas, triangulares, cuadradas, etc.
Oso de naranja
Puede parecer fácil, pero resulta uno de los trabajos más complicados. A la naranja se le cortan los extremos y se vacía el interior hasta que queda limpio. Una de las caras recortadas sirve como cabeza colocando clavos como ojos y utilizando pequeños recortes de la otra cara para las orejas. Con una puntilla se dan forma a los brazos. Estos quedan como si estuvieran dando un abrazo. Por último, en su interior se coloca la carne de la naranja.
Flor de puerro
El más difícil. Cualquier fallo puede conducir al fracaso. Sin duda puede volverse tedioso y para una persona con poca paciencia, estresante. Aún así, como puede verse, merece la pena.
Simplemente como en la mayoría de estos tallados, se utiliza principalmente la puntilla. Se trata cortar las hojas longitudinalmente casi en su totalidad. Después, cada hoja se va introduciendo en las siguiente y así sucesivamente.
Ejército pingüino de aceitunas
¡Nos invaden! Esta realización consta de tres “ingredientes”: aceitunas negras, zanahorias y queso tipo Philadelphia. Es sencillo. Más o menos. La aceituna que forma el cuerpo, se corta y en ella se introduce el queso. Para los pies, se utilizan rodajas de zanahoria y a su vez, esta sirve para el pico. En la cabeza, con un palillo y cuidadosamente, se colocan dos pequeñas bolitas de queso para que tenga ojos. Finalmente se une el cuerpo con un palillo. Durante su construcción tienta mucho coger alguna aceituna… Hay que ser sinceros, ¿no?
Anímate a comentar. Ya lo hicieron…