Génesis. Sebãstiao Salgado.

Jornada 9ª de Juegos Escolares

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La caza del Gamusino

CELEBRAMOS EL CARNAVAL EN EL SANTAYANA

El pasado día 9 de febrero celebramos el carnaval en el Santayana por todo lo alto. Una fuerte batukada rompió a sonar en mitad de las clases para llamarnos a celebrar la fiesta de la alegría previa a la cuaresma.

Y para saber más del porqué de esta celebración, se puso en marcha un programa de televisión en el que irrumpieron Don Carnal, Doña Cuaresma, y hasta seis grupos de chirigotas, con las que se organizó un concurso.

Dos chirigotas de 2º A, otra de 2º B, de 2º C, y finalmente las de 3º B y 4º, que quedaron finalistas. El gran premio de chorizo con pan lo ganaron los de 4º de la ESO, quienes no solo escenificaron y cantaron una fantástica chirigota, con texto original, sino que también hicieron ellos mismos la música en vivo. Un trabajo excelente que mereció el aplauso de todos.

Canciones como “Brasil”, “Carnaval, carnaval”, “La vida es un carnaval”, el “waka waka” y “La bamba” -entre otras- fueron algunos de los temas interpretados por los alumnos. Los alumnos de 4º echaron una mano con la decoración y la actuación estuvo a cargo de un valioso grupo de alumnos llenos de talento teatral de 2º y 3º de la ESO. Pero nada hubiera sido posible sin la colaboración de todos los que habéis ayudado ¡gracias! Y…

¡Felicidades a todos los participantes!

 

 

 

Presentación del calendario “Mujeres en el tiempo,tiempo de mujeres”

Imitando a Julio Cortázar

En España la gente está muy acostumbrada a dar abrazos, los puedes dar porque te has encontrado con un familiar, y por educación se lo haces; o por el simple hecho de estar contento. Por si todavía alguien no sabe dar un abrazo correctamente, es así:

Instrucciones para dar un abrazo

En primer lugar, cuando te encuentras con la persona, tienes que mirarle a los ojos, para ver si esa persona está dispuesta a darte un abrazo.

A continuación te acercas, si es por educación sueles ir despacio, y si es por el hecho de estar contento, sueles ir corriendo.

Después tienes que realizar un pequeño ejercicio: tienes que juntar los pies e ir abriendo los brazos, hasta que te quedas con forma de +, cuando la otra persona está con forma de +, ese abrazo va a ser lo +.

En cuarto lugar, tenéis que ir cerrando los brazos, de manera que cojas a la persona que tienes delante. El abrazo puede ser corto, largo o medio, siendo este último el más normal.

Para finalizar las dos personas vais a abrir los brazos, y os vais a poner a charlar.

 

 

Cerrando el círculo

Y sucedió como temía. Aquel coche blanco arrolló a varias personas, entre las que se encontraba la Sra. Maribel.

Rápidamente, me acerqué al lugar, y, sin percatarse nadie, robé los zapatos de la baronesa y salí corriendo. Pero esta historia viene de muchos meses atrás.

Yo trabajo de asistente de sala en el bingo más famoso de la ciudad; bueno, digo bingo porque es la sala más conocida de la casa de apuestas, y donde yo llevo trabajando desde hace más de un año.

Dos personas eran fijas cada día: Maribel, una ludópata y conocida baronesa extremadamente rica, y Ramón, un empresario riquísimo también, que padecía una enfermedad mental causada por estrés que le producía brotes psicóticos, por lo que debía medicarse.

Desde el principio hice buenas migas con ambos. Maribel se me mostró honrada y afortunada, llegándome a insinuar que su riqueza provenía de la cantidad de apuestas que había ganado. Ramón, por su parte, me cogió muchísimo cariño desde el principio, diciéndome que aunque pareciera muy feliz, era desafortunado en las apuestas y en el amor. Toda esta cercanía se debía a que yo era el único asistente de sala, por lo que antes, durante y después de cada partida debía ir a atenderlos continuamente, ya que ellos eran clientes fijos y se me exigía trato especial hacia ellos.

En general me parecieron buena gente, pero para mi gusto, me contaban cosas que no veía necesarias, como que habían sido pareja años atrás y por ello no se hablaban. Lo que yo no sabía es que su ruptura le causó a Ramón una depresión y su enfermedad. He de admitir que me daban pena.

Poco a poco, fui dándome cuenta de que Maribel sí era afortunada. Prácticamente cada día, ella tenía un bingo, una línea o un premio en algunos de sus cartones. Ramón, al contrario, nunca ganaba, y eso le desesperaba y compraba más y más boletos.

Ayer, el bingo organizó una sesión especial en colaboración con otras casas de apuestas, con un premio desorbitado: 1.000.000 de € a la línea y 80.000.000 al bingo. Sí, tanto dinero porque sólo podían participar personas con mucho capital, pero aún así no me explico de dónde lo sacaban y por qué lo ofrecían de premio.

La noche se desarrolló en un ambiente de tensión, con todo el mundo a la expectativa. Los diecinueve primeros números que salieron del bombo los tenía Ramón, por lo que le quedaba tan solo un número: el 77. Podía sentir la expresión de felicidad del empresario, pero a partir del vigésimo número, se le cortó la racha. Maribel no se quedó rezagada y tras el número 46 que acababa de salir, a ambos les quedaba un número, el de ella era el 71.

Salió, y el número afortunado fue el 77, pero el destino quiso que la lectura del número fuera errónea, y el agraciado resultara ser el 71. Maribel se subía por las paredes de euforia. Ramón, no sabía dónde meterse; su indignación era clara.

Al ser el premio tanto dinero, tuve que acercar un cheque a la ganadora. Mientras se lo entregaba pude escuchar una conversación con sus amigas en la que ella decía “Amigas, si me sucede algo, me gustaría que el dinero fuera todo para una sobrina mía que trabaja en Suecia. Aunque haré eso mismo si me encuentro sana, en cualquier caso seríais las encargadas de que lo recibiera, puesto que no tengo familia aquí”…

No pude seguir escuchando, pero lo que sí capté fue cómo introducía el cheque en un zapato…

El otro lado de la moneda dejaba ver a Ramón. Estaba solo y me llamó. Ésta fue la última conversación que tuve con él, decía “Chico, tú eres el único que no me ha fallado… Ambos sabemos que ese dinero es mío… Aunque el cheque está a nombre de su familia… Qué puedo hacer… Ya era mío…… Ya sé…”

Me contó su plan con todo detalle, incluso hora y lugar. Me quedé impresionado; era lo más retorcido que había oído nunca.

No podía hacer nada… ¿O quizás sí?… Si me ve, moriré… De acuerdo, así lo haré, dije para mí mismo.

Se despidió el chalado de mí. Me dijo: “Chico, este dinero es dinero perdido. Si no es mío no será para nadie”. Acto seguido se montó en su coche blanco y se alejó…

                                                                                                        HUGO LÓPEZ DE JUAN1º ESO C

“CAMINO AL ÉXITO”

Aquellos que durante los últimos días hayáis subido o bajado  por las escaleras del centro, habréis notado la presencia del CAMINO AL ÉXITO, una pequeña senda que pretende simular el camino que parte desde el primer curso de la ESO en el nivel más bajo y que va ascendiendo progresivamente hasta llegar a la meta que es Segundo de Bachillerato. Un camino harto difícil, y lleno de dificultades que nos pone a prueba día tras día.

Se trata de ir ascendiendo  mientras nuestros sueños y aspiraciones se cumplen. Pasito a pasito, pero caminando con determinación conseguiremos llegar allá donde nos propongamos. Ese es el objetivo último de nuestro peculiar camino al éxito, motivar y animar a todos a seguir luchando y a seguir esforzándose cada día.

El éxito y las metas que perseguimos no se alcanzan en un día, tardaremos años en llegar a segundo de Bachillerato, tendremos que aprobar la ESO y luego  bachillerato, pero examen a examen  curso a curso, lograremos nuestro objetivo.

Esta senda pretende motivarte, darte ánimos y sobre todo  hacerte reflexionar.¡¡¡Lucha por alcanzar tus sueños!!!

Quiero agradecer desde aquí, el apoyo recibido por los departamentos y profesores del instituto, y especialmente a los tutores y a todos aquellos alumnos que han dejado su huella en nuestro particular camino de la vida.

Departamento  de convivencia

La superluna desde Fontiveros

Este mes de enero hemos tenido la nieve y la luna llena como protagonistas. Fijémonos especialmente en la Luna.

El 2 y el 31 de enero hubo luna llena, es decir dos lunas llenas en un mismo mes. Por esta razón a la segunda se la conoce como luna azul. Además, al coincidir con su punto más cercano en la órbita alrededor de la Tierra, es también una superluna (porque parece algo más grande que una luna llena, alrededor de un 10%).  La Luna estuvo a 358.994 kilómetros de la Tierra, en lugar de los 384.400 kilómetros que la separan de media. También se llamó luna de sangre, porque el mismo día se produjo un eclipse total de luna. Durante el transcurso de ese eclipse, la atmósfera de la Tierra filtró la luz azul y verde de los rayos solares, pero dejó en cambio pasar la roja. Por eso la luna se tiñó con el reflejo del brillo rojizo que le llegaba procedente de nuestra atmósfera. Por esta razón aparece rojiza en la foto que se tomó a 10 Km. de Fontiveros, de donde son las torres y la vista que aparecen.

Ana I. Velázquez

 

El mercado

¡Vaya! ¡Qué de puestos! Ah sí, se me ha olvidado presentarme, soy Ana y, como habéis podido leer me encuentro en un mercado, pero no es un mercado cualquiera, es de manzanas. Siempre había venido con mi abuelito, y ahora que él no está yo no iba a dejar esa tradición.

Allí estaba, en el mejor mercado de París, observando manzanas, hasta que llegué a un puesto pequeñito, pero a su vez único, me llamó la atención y decidí echarle un vistazo, las manzanas que encontré allí no eran unas manzanas normales. Había visto muchas manzanas, verdes, amarillas y rojas, por supuesto, incluso marrones. Pero, ¿azules? Era la primera vez que veía manzanas azules. Por extraño que pareciera allí estaba, delante de unas manzanas azules, que descansaban sobre la mesa. Pero eso no era lo más extraño, al otro lado estaba… ¡MI ABUELO! pero, ¿qué hacía allí? Cierto es que el cuerpo no había aparecido, pero mi madre me convenció de que se había ido.

Tras varios minutos pensando, decidí girarme, y así conseguiría salir de dudas, pero al hacerlo, el pequeño puesto había desaparecido, ¡y mi abuelo también!

No podía ser, estaba segura de que no había sido una imaginación, era real. Pero, ¿qué había podido pasar?…

 CRISTINA MARTIN MARTIN 1º ESO A

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