Érase una vez un señor que salió de un cuadro. Al fondo de la habitación había un pato. Este mordió a su tía, la de Cuenca, que ya tenía lavadora. Como no comía sopa saltó por la ventana y atropelló a un reloj que tomaba el té. Por eso el langostino salió del plato, atrapó a una pulga y se fueron a Camerún donde les esperaba un sacapuntas que les dio la hora e hizo sentadillas. Su silla se tiró por un puente y como el padre era bombero se fueron todos al cine.
VICTORIA PINDADO MONTERO 2ºESO C
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