“Cuando voy a una conferencia o acto cultural me gusta hacer una reflexión posterior. Al acercarnos a la cultura en cualquiera de sus formas, nuestra mente cambia como un terreno que se abona y cada vez permite mejores cultivos. Al escuchar poesía o música o mirar una obra de arte, recibimos un impacto, una inyección de vitaminas a nuestro cerebro y espíritu. Y la magia está en que ese efecto es único en cada uno de nosotros.
El jueves 30 de noviembre, algunos profesores quisimos acompañar a Tomás, nuestro profesor de Educación Plástica y Visual, en un encuentro con motivo del 50 aniversario de la muerte de Picasso. Todo giraba en torno al Guernica, el famoso cuadro del artista y nuestro querido profesor fue capaz en 10 minutos de descomponer y analizar cada fragmento del cuadro con su correspondiente significado, haciendo un recorrido temporal en el que hizo ver la esencia de la guerra, el horror, el llanto y la desolación, igual de desgarradora en cualquier lugar del mundo y en cualquier momento de la historia.
Después se leyeron poesías dedicadas a distintos fragmentos del cuadro y me conmovió especialmente el dedicado a la madre y el hijo muerto. Me hizo pensar en el poder de las palabras para despertar emociones y remover nuestro sistema de valores. También amplió horizontes en mi mente, tan influida por el pensamiento científico y que trato de entrenar para entender la vida y el mundo desde otras perspectivas. Siempre pienso en lo inabarcable del conocimiento y la experiencia humana colectiva, y cómo la vida académica y profesional nos acaba encorsetando en la pequeña parcela de nuestra especialidad. Por eso es tan importante el acercamiento a otras facetas de la cultura -no deja de ser un ejercicio de tolerancia- que nos ayuda a entender a otros en la visión e interpretación de los que nos rodea.
Las vicisitudes del cuadro hasta llegar al Museo Reina Sofía en 1992 son muy similares a las que sufren y han sufrido tantas personas en el mundo, huyendo de la tierra que las vio nacer por el infierno de la guerra. En cierto modo el Guernica ha sido también un refugiado, y tiene una simbología muy potente que sólo transmitiéndola a nuestro alumnado conseguiremos mantener viva. Ya lo decía George Santayana, el filósofo que da nombre a nuestro instituto: “Los que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”, como también dijo “El fanatismo consiste en redoblar el esfuerzo cuando has olvidado el fin”.
Esperemos que desde el Departamento de Plástica se haya cumplido este objetivo, y a través de las recreaciones de las obras de Picasso por parte de nuestros chicos, se haya sembrado la semilla del gusto por el arte y el aprecio de su valor como forma de comunicación cuando las palabras nos resultan insuficientes para transmitir emociones.
Gracias Tomás por llevar tu trabajo más allá de las aulas y gracias al Ayuntamiento de Ávila por obsequiarnos con el libro EL GUERNICA, la tragedia y el llanto.”
MARÍA VICTORIA RÉGIL LÓPEZ, DIRECTORA DEL IES JORGE SANTAYANA
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